martes, 6 de febrero de 2018

3484 DESDE EL CALLEJÓN DEL RELOJ 10

 
XII MI DAMA
 
Apunta al cielo como un pino,
tiene claro cuál es su destino,
su corazón canta un dulce trino.
 
Aguanta sin caerse de la rama,
tiene claro quién es su dama,
el amor por doquier se le derrama.
 
Yo quiero ser de tu astilla,
para tu descanso ser tu silla,
no separarme nunca de tu costilla.
 
Salvo tú, para mí no existe nada,
mi alma te ama y está enamorada,
me sobra todo menos mi amada.

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