Han pasado a mejor vida,
Como los ramos de rosas,
Cuando eras mi consentida,
Y curabas mi herida.
26 Me dejaste dándome por muerto,
Suicidado por mis propios amores,
Nunca pude llevarte al huerto,
Y ahora con mis dolores,
Me hago mis propios honores.
27 Solo pretendía que fueses mi esposa,
Ese era mi anhelo más deseado,
Todo ese amor ahora ya reposa,
En un pozo que se ha secado,
Bien puedes decir que yo te he amado.
28 Ya no da más peras el manzano,
Por mí nunca serás desposada,
Durante cinco años has tenido mi mano,
Una mano siempre despreciada,
Y tristemente ninguneada.
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