Me embelesa tu dulce mirada,
No me puedo olvidar de tu risa,
Tus labios como dulce granada,
Me dan el néctar de suave brisa.
Te tengo inyectada en vena,
Eres ruiseñor que me canta,
Tan preciosa como una azucena,
Tu nombre me tiembla en la garganta.
Pones fácil mis sentidos alerta,
El alma me la dejas malherida,
Tu ausencia es demasiado amarga.
Te espero sentado en tu puerta,
Junto a ti quiero vivir mi vida,
Tu presencia me arrebata y embarga.
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