Me has convertido en tu fiel peregrino,
Siguiendo el camino por donde te hayas,
Me pondré contigo todas las medallas,
Siguiendo la vereda que nos dicta el destino.
Das la sensación de que te importo un comino,
No tienes en cuenta que tú también fallas,
Ganaremos la guerra perdiendo batallas,
Tu corazón siempre va cuando el mío ya vino.
Te empeñas en nadar a contra corriente,
Este ardor tardío nos llevará a la sepultura,
Mi corazón te sigue aunque va doliente.
Prendado estoy de tu elocuente hermosura,
Yo me atrevo a pedirte escuetamente
Que tu alma no sea conmigo tan fría y dura
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