Has de fiarte fielmente de mi palabra,
también de lo que te dicte tu memoria,
si cierro esta puerta no habrá quién la abra,
sería el final definitivo de la historia.
Sabes que no tiene marcha atrás este camino,
y que no me muevo precisamente por antojos,
quiero amarte, no ser tu padre ni padrino,
entre ceja y ceja, has entrado por mis ojos.
Lo intento pero no me canso de extrañarte,
este gran amor nunca se va y siempre viene
tengo unas ganas enormes de achucharte.
Si, ya sé que el amor prohibido es lo que tiene,
por amarte me iría tras de ti incluso a Marte,
es así de fuerte y así es como deseo que suene.
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