Tu futuro lo veo con mucha inquina,
¿Qué quién soy yo?... ¡Ponte un supositorio!
Llena de fealdad y sin hermosura,
Te mueves con un verbo muy aleatorio,
Y crujes la vida por su costura.
¿Sabes qué? ¡Mi vida no la conduces!
A mi vida le hago una escultura,
Con tu verbo frágil no la reduces.
Esta victoria de pasos triunfales,
Ni te gusta ni tampoco produces,
¡yo te saludo desde los cristales!
No hay comentarios:
Publicar un comentario