Pero se me hace un nudo en la garganta,
Mis nervios necesitan cantidad de tila,
El frío no se me va ni con una manta.
Tengo claro que soy el último de tu fila,
Que soy un bandarra y tú una santa,
El coto de este gran amor no se alquila,
Por eso soy yo el que más se desencanta.
Mi alma nunca puede descansar tranquila,
Con el canto del gallo nunca se levanta,
Solo sueña con reflejarse en tu pupila.
Triste y desolada ya ni respira ni canta,
Solo espera ver cómo tu alma la fusila,
No tiene ya otra espera, por ello aguanta.
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