Así que haga el favor de no arrugar el gesto,
todo lo que he aprendido, quiero ser honesto,
a mi corazón triste es lo que lo frena.
Tengo mi amor a buen recaudo en la alacena,
Mi alma tiene justo lo que lleva puesto,
Ya está presto y lleno de vacío mi tiesto,
No he logrado, con mi asedio, su alta almena.
Vago sin rumbo fijo, purgando esta condena,
Enorme molino de viento, por lengua ajena,
Por momentos tuve a mi alcance la cumbre.
Aquel sol brillante luce ahora un gris funesto,
Ahora reniego de ese amor y no se lo presto,
Malo cuando el ataque de ansiedad es costumbre.
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