Hoy voy a intentar encalar el alma mía,
Blanqueando muros desmoronados,Mis sentimientos nunca andan cansados,
De esquivar continuamente a la muerte fría.
Mi eterna sed en tus carnosos labios bebía,
Cuando los sentimientos estaban desatados,Cada uno de los besos eran trofeos ganados
Un destello de luz estelar al final de cada día.
Tu alma me mira ya con la vista cansada,
Ya no atiende a acalorados sonrojos,Sin la espalda mojada y sin un ápice de suerte.
Tus palabras y alguna frase demasiado desgastada,
Dicen lo contrario de lo que hablan tus ojos,Si estoy contigo, ¡que se muera la muerte!.
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