tu ausencia me tortura,
¿Dónde diablos estás?
¿Verte cuando me dé la gana?
eso sería una dulzura,
nunca podría pedir más.
Aquellos besos en tu puerta,
como siempre soy yo, arrebatados,
en los tejados mi alma desierta,
moría por dos locos enamorados.
Duele la maldita distancia,
duele malgastar tanta sustancia,
y duele la estéril militancia.
No te he ganado ni con chantajes,
ni con el dolor de mis viajes eternos,
no tengo el cuerpo para trajes,
me apetece ir a parar a los infiernos.
¿Amor a quemarropa? ¿Filos de navajas?
apura la última copa, se acaban las rebajas,
tonta y boba es esta sopa, ¿Quieres dos cajas?
no me des tanta estopa, no quiero migajas.
Duele la precaria ignorancia,
duele la adversa circunstancia,
duele la auto vigilancia.
De nuevo parece que reino en tu olvido,
más triste será tu eterna soledad,
con el corazón partido, por lo no vivido,
se te avinagrará tu merecida felicidad.
Nunca me tendrás enfrente ni seré tu enemigo,
no me guardes entre naftalina y alcanfor,
tu alma de mandarina y mi corazón de mendigo
harán de hada madrina con su calor,
ya no lo maldigo porque yo digo que es amor.
Doler, por doler duele esta redundancia,
y hasta duele esta rancia fragancia.
1 comentario:
El que no ama de verdad, no sabe lo que duele el amor...ea!!!!
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