Entre mares de limoneros y azahares,
En mi pecho trinan los ruiseñores,
Mis sentimientos nunca serán perdedores,
Porque se salvan de más de mil avatares.
Nuestros corazones cantan dulces cantares,
Son los reyes de los verdaderos amores,
Juntos nos estamos haciendo mayores,
Y estamos descubriendo preciosos lugares.
Nuestro cariño se siente en pleno apogeo,
Sin secretos, es liso y llano como la palma,
Nace de un pozo hondo, fresco e inagotable.
Nos comemos con los ojos de pleno deseo,
Aunque nos lo tomamos siempre con mucha calma,
Mirarte despacio es sencillamente formidable.
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