si tengo la sensación de que me tienes desterrado,
al menos dime si el punto y final ya ha llegado,
que parece que tu corazón se queda tan pancho.
¡No veas, mi niña, cómo está el patio!,
parece que se nos haya volado el tejado,
el huésped en tu corazón sigue hospedado,
intentado ser siempre el mejor de los vasallos,
iremos a la Romería en Abril, por San Marcos,
pasearemos tranquilamente juntos, de la mano,
por cada beso que me des, yo te daré otros tantos,
que con los besos no incurrimos en ningún pecado,
Así que prepárate bien porque este año
sí o sí, entre los dos, vamos a gastarlo,
viviendo siempre juntos sin ningún reparo.
Ahora ya solo vivo por buscar tu amparo,
pues para mi vida eres el mejor de los regalos,
en hacerte feliz voy a poner todo mi cuidado,
espero que la espera, al final, valga para algo.
Cada día al despertar ocho besos yo te mando,
cuatro para la mañana y para la tarde otros cuatro,
ésta liturgia la repito siempre de muy buen grado,
y quiero imaginar que los tuyos van llegando.
Yo los espero cruzado de brazos,
porque a tu corazón el diente yo ya le he hincado,
así que pongámonos en la masa con las manos,
que para eso tiempo se nos ha dado,
y lo innecesario ha sido desterrado.
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