Corre veloz a su encuentro,
No vaya a ser que ese intento,
Se llene después de cierta intriga.
Y si llegado el preciso momento,
Resulta que te deja plantada,
No pongas cara de contrariada,
Y no dejes escapar ningún lamento.
Plántale directamente cara,
dile sin ambages y bajo juramento,
Que no te ha dejado tirada.
Simplemente porque en aquel cuento,
A aquella precisa hora acordada,
Tú tampoco llegaste a tiempo.
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