domingo, 28 de octubre de 2012

957 DESDE EL MIRADOR DE LAS CAMELIAS



Te vas muy lejos dejándome un vacio inmenso,
y ni siquiera me dices ¡hasta luego Lucas!,
ya ves, me vuelvo loco cada vez que te pienso,
solo tengo silencio absoluto, ni nana ni cucas.

Me dejas triste y con el corazón en la mano,
intentando decirte un triste adiós postrero,
por bien parece que se nos creció el enano,
parece más imposible que nunca decir te quiero.

¿Qué pasó?, ¿Fue que tomó caldo de payasito?,
será por eso que hoy está tan chistoso,
no me sea bobo, ¡Pero, cómase alguito!,
así tendrá un buen sentimiento rumboso.

Esto está más largo que una semana sin carne,
el alma en letargo, el corazón en desarme,
menudo trago amargo y yo sin desenliarme,
libre de cargo, contigo quiero quedarme.

¿Qué desea de principio? ¿Garbanzo u arveja?
tan alejado merece que le des chancleta,
ya ves, al final siempre hay una moraleja,
la distancia solo sabe hacer la puñeta.

¡Pues no parece que ese huevito quiere sal!
No levante las cejas que no pasaré por debajo,
tan solo nos separa el frío e inmenso mar,
tan solo tengo ganas de mandarlo todo al carajo.

No me abra los ojos que no le voy a echar gotas,
¿Cómo se llama tu nombre? ¿Dónde vive tu dirección?
¿Me dejas ser tu hombre? ¿Me das tu corazón?
por ti sería el más feliz de los limpiabotas.

Este invierno irá más mal que a perro en misa,
A alguno diremos salte aquí y reclame dos moscas,
si no me matan pronto, moriré por tu sonrisa,
sin ti mis maneras se vuelven demasiado toscas.

Le llenaron la barriga de huesitos por andar de patisuelta
¿Durmió conmigo anoche o qué, que no saluda?,
como reza una canción: ¡Olvídame y pega la vuelta!,
me gusta mucho más verla sin ropa que desnuda.

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