Ya no hay puntos suspensivos,
tampoco un punto y aparte,
ahora si que nos despedimos,
lo hemos intentado con mucho arte.
Ha llegado el momento del punto final
de una historia muy bien soñada,
el corazón se rebela, algo normal,
ya no se puede intentar mas nada.
Nos hemos amado como dos locos,
aunque a veces ha sabido a poco,
lo que cuenta es la intensidad.
Despedirnos sin comernos el coco,
Las almas paseando por un zoco
Y el corazón otra vez en libertad.
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