Te imagino siempre en mis sueños,
como una altísima montaña,
escalo sin fruncir el ceño,
apretando desde mis entrañas.
Por eso tengo un sueño tan ligero,
porque no consigo dejarte de lado,
cada mañana pienso en ti, lo primero,
y me paso el día medio embobado.
El día que logre alcanzar la cima,
desde el paisaje mas bonito del mundo,
te seguiré dedicando mis rimas.
Y tu a mi lado con suspiros profundos,
dejarás escapar alguna lágrima,
entre hipos entrecortados por segundos.
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