Mi corazón te llama con insistencia,
con cadencia, con presteza e ilusión,
tu alma sabe hacer oídos sordos,
cabalga a lomos de tu negación.
Pero no desespero ni desesperaré,
cabalgaré con paciencia y esmero,
porque al final se que conseguiré,
que me quieras, casi, como yo te quiero.
El amor siempre habla un lenguaje,
basado en bellas palabras mudas,
en gestos, en miradas oportunas.
Habla como un bello paisaje,
con los temblores de cuando sudas,
por tener cerca mi alma pura.
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