Lo has conseguido, me has despreciado,
mi corazón malherido ya te ha olvidado,
tanto has insistido, en silenciarte a ti misma,
que ya no persigo verte cada hora de cada día.
Estás tan contenta, te estás engañando,
vives en la falsa de no estar amando,
la persona que quieres se está distanciando,
porque ya no resiste que le hagas más daño.
Es un punto final, al menos de momento,
tu te lo has buscado desde hace mucho tiempo,
te juro por mi alma que eres lo que más quiero,
pero tengo que dejarte, porque lo presiento.
No puedo dejar que me sigas hiriendo,
No puedo permitir que te sigas riendo,
he de comenzar una nueva etapa,
olvidándote por completo, esto se acaba.
Es doloroso llegar a éste punto,
en el que me amenazas con esquivarme,
me va a costar lágrimas, sudor y sangre,
pero es lo que hay, menudo disgusto.
Valgan estos versos como despedida,
el adiós postrero de un precioso sueño,
que no ceja en su empeño de mirar al cielo,
en busca del milagro de que te consiga.
Enterrado queda por siempre todo lo acaecido,
solo porque hoy tú así lo has decidido,
no intentaré volver más la vista para atrás,
en tu cercanía, te intentaré olvidar.
Pasarán los días, se tranquilizará la sangre,
hasta que seamos dos perfectos desconocidos,
nunca hablaremos de lo que hubiésemos sido,
porque todo queda dicho, al menos de tu parte.
Solo nos falta una lápida fría y un cementerio,
una cruz, unas flores y un epitafio que rece,
aquí yacen los restos de un amor que se merece,
el mayor de los respetos, porque fue muy en serio.
Espero en el trasfondo del fondo de mi alma,
que nada de lo que digo te pueda hacer daño,
ya ves, solo han pasado varios días, ¿un año?,
y así se termina, llega el final, así se acaba.
Solo espero ya, que te gusten un poco,
estos versos desabridos con sabor a despedida,
te los escribe y dedica un amor tan loco,
que por ti siempre hubiese dado su vida.