Tengo el corazón tan vivo,
Que acaba de ser enterrado,
Por no hablar, ya ni digo
Que no puedo estar enamorado.
A la vuelta de los responsos,
No he recibido ningún pésame,
Todavía huelo a incienso,
Todavía sueño con besarte.
Hoy tengo el alma arrodillada,
La razón empieza a estar cansada
De tantas dudas, de tanto si pero no,
No puedo seguirte más el juego,
He de atreverme, si me atrevo,
A despedirte con un brindis al sol.
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