Ando varado últimamente en una playa,
Con tu nombre dibujado en la arena,
Las olas que van y vienen y se explayan
Con su espuma no lo borran, lo refuerzan.
Tu nombre queda pétreo e indeleble,
La erosión con su fuerza no lo castiga,
Es mi corazón el que queda endeble,
Porque tu olor en los vientos lo fustigan.
En la lontananza un barquito velero,
Me trae esperanza a borbotones,
Si veo subido en el a tu salero.
El barco parece que se aleja en arreones,
Dejando atrás la playa y el embarcadero,
Mi cielo se llena de nubarrones.
Con tu nombre dibujado en la arena,
Las olas que van y vienen y se explayan
Con su espuma no lo borran, lo refuerzan.
Tu nombre queda pétreo e indeleble,
La erosión con su fuerza no lo castiga,
Es mi corazón el que queda endeble,
Porque tu olor en los vientos lo fustigan.
En la lontananza un barquito velero,
Me trae esperanza a borbotones,
Si veo subido en el a tu salero.
El barco parece que se aleja en arreones,
Dejando atrás la playa y el embarcadero,
Mi cielo se llena de nubarrones.
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