Pensando en intentar pagar cuentas pendientes con amistades lejanas, me salieron éstos cuatro versos, a Carmen le hace justicia solo a la mitad de la mitad. Si se siente feliz al leer ésto, puedo decir que misión cumplida.
Mucha culpa de éste espacio de rimas,
Por su constante apoyo y aliento,
La tiene una aceitunera “Mallorquina”
Y bien sabe Dios que no miento.
Nos conocimos en un blog dedicado
A un tal Leo Rubio, cantante serrano,
Y ha florecido una gran amistad, con trato delicado,
Porque como Carmen, hoy día, no hay “ná”.
Siempre tiene una buena palabra de ánimo,
Siempre tiene una actitud positiva y jovial,
Siempre hace el bien en plan anónimo,
Nunca te habla de forma trivial,
Nunca cunde en ella el desánimo,
Su alegría es como un gran torrente fluvial.
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