Casi nunca le dice lo que piensa, lo que siente,
Le cuesta un montón soltar un te quiero,
Y a pesar de todo le tiene muy presente.
La mujer de hielo, tan lejana y fría,
Llena de buenas palabras, adorable,
Le deja helado, triste y en rebeldía,
El la busca cada día de forma incansable.
La mujer de hielo, sencillamente impresionante,
Pasa de teléfono, de citas y de cortados,
Con relativa y pasmosa facilidad, aparentemente,
Aunque se muere cada día por estar a su lado,
Aunque teme enamorarse de ese enamorado,
Aunque sabe que el sentimiento durará eternamente.
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