Que no se bien cómo diantres acabará,
Me duele la cabeza porque me cabrea,
No saber lo que haces ni donde estarás.
Espero que esta tormenta de sentimientos escampe,
Porque si no la cabeza me va a estallar,
Porque si sigo dándole vueltas a tu imagen,
Mi alma se va a tener que amurallar.
Entre pensamientos floridos anda el juego,
Que pone el corazón a punto de ebullición,
Y el alma se queja de palpitaciones,
Ni tan siquiera pienso en si me la pego,
Parece que vivamos una maldición,
Benditos susurros e insinuaciones.
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