Que arrecia con la ferocidad de una tormenta,
Que nada tiene que ver con la quincalla,
Que aunque es muy duro, no escarmienta.
Y eso que no son planos como una recta
Los sentimientos que se proyectan,
los amores que cada día se inventan,
los amores que cada día se inventan,
Tan nobles como el cuento de Cenicienta.
Siempre tendré mi puerta abierta
Para cuando decidas vivir conmigo
Siempre estará mi corazón en alerta
Para poder abrazarte, sumo y sigo.
Para cuando las brevas no sean higos
Te estaré esperando donde siempre,
Y pongo “nuestro libro” por testigo
De que nuestro amor siempre será diferente.
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