Con las ilusiones renovadas,
Cuando esperas con lenta agonía,
Poder hablar con tu persona amada.
Cuando el alma te pide la misma sinfonía
Machacona, cuando te delata
Una sonrisa picarona, ves que no acaba
De pasar lo que debería.
Y así un día tras otro, con el único anhelo
De poder verla un instante,
De quedarte con cara de lelo,
De suplicarle que te ame.
Cuantas horas has gastado
En pensarla, de cualquier modo,
De querer tenerla a tu lado,
De quedarte con cara de tonto.
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