Cuando hace frío, mucho frío
Tus pensamientos van por un río
que desemboca en pleno desvarío.
Cuando hace calor, mucho calor,
Tu corazón se pone a cien, lleno de amor,
Lo reconoces con mucho valor.
Cuando hace una suave y ligera templanza,
Un agradable cosquilleo se afianza,
La quieres, y se agranda la confianza.
Y cuando con un cielo gris, llueve,
La ves a ratillos muy breves,
El dolor por verla de nuevo, no es leve.
En definitiva, la quieres a todas horas,
Sobre todo si sabes que te implora
Con su mirada, un beso a cada aurora.
La quieres las cuatro estaciones del año,
Aunque no verla te haga daño, mucho daño,
En este sentir tu corazón no admite engaño.
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