Soñando que te acaricio,
Tu cuerpo voy imaginando,
Y paso del calor al frío,
Cuando no puedo besar tus labios.
Porque te has ido y no has venido
A colgarte de mis brazos,
Pero de todas formas me sonrío,
Porque siempre te estaré esperando.
Te seguiré imaginando, me imaginaré,
El suave y sedoso contacto con tu piel,
Te estaré sintiendo, te sentiré,
Pensando en tus dulces besos como miel.
Y cuando te tenga cerca de mi respiración,
En una corta, muy corta distancia,
Te ofreceré mi corazón sin arrogancia,
Porque eres en mi vida una bendición.
Por eso cuando te tenga entre mis manos,
Intuyo que seremos muy felices,
Nuestro amor será como en un cuento ufano
Y acabaremos comiendo perdices.
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