Damos mil vueltas a cosas sencillas,
No paramos de enredar sin sentido,
El destino es caprichoso con ruido,
Un jaleo algo distinto a sus semillas.
No vale de nada si te encasillas,
El futuro es áspero, no es pulido,
Muy cambiante porque nada es sabido,
A veces te saca de tus casillas.
Por mucho que te lo pienses y planees,
El porvenir tiene sus propias metas,
Y a veces mejores que las pensadas.
Cuando sabes las respuestas que te lees,
La brisa te cambia preguntas quietas;
Te inquietas tras miradas obligadas.
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