No dejes que se apague
No dejes que se apague esta bendita lumbre,
Mi alma tan solo te pide un dulce amparo,
No entiendo el por qué te da tanto reparo,
Igual puede ser por tu falta de costumbre.
Solo necesito que mi camino contigo se alumbre,
Ya sé que al principio puede parecerte raro,
Me encantaría que pasásemos juntos por el aro,
Me empieza a matar esta intensa incertidumbre.
Verás que con el paso del tiempo será lo justo,
Que habrás invertido directamente en felicidad,
Y te será devuelta con un bello sabor añejo.
Atrás quedarán los malos tiempos de disgusto,
Las miradas escondidas de tanta peligrosidad,
Nuestros actos ya no volverán como un cangrejo.
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