La incógnita del dilema no hay quien resuelva,
Esta ecuación es tan variable como los vientos,
La base de la cuadratura es de férreos cimientos
Aunque impere por momentos la ley de la selva.
Parece que al amor una raíz cuadrada lo envuelva,
Con su hipotenusa y sus integrales como segmentos
Anda liado del brazo de la Tabla de Elementos,
Para que al final la cuenta de la vieja lo disuelva.
Un logaritmo neperiano lo tiene muy oprimido,
Aunque el más por menos es realidad constante,
Y está por averiguar la simbiosis de su química.
La ley asociativa y conmutativa es lo elegido,
A la ley distributiva le cambia el semblante,
Y la atracción es poderosa y única ley física.
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