No me dejes chamuscado,
Y aclárame un poco el cielo,
Porque yo no te he buscado,
Aunque mis noches son de hielo.
Mis auroras eran nocivas,
Con hedores a podrido,
Así que no te cohíbas,
No lo tengo merecido.
Te has hecho muy presente,
en mi alma sosegada,
de manera sorprendente,
ahora está enamorada.
Eres tú su melodía,
La que le hace alzar el vuelo,
Ahora la noche es el día,
Las horas ya no son de hielo.
Con tu carita rosada,
Sueño yo sin prisa,
Porque te sé enamorada,
De manera llana y lisa.
La nieve ya no está helada,
Tiene luz de luna lunera,
Está alegre y ablentada,
Camino de tu madriguera.
Tus caricias de terciopelo,
Con tu risa de aliada,
Son como tocar el cielo,
Con el alma esperanzada.
Hasta el sol tiene celos,
Se para la tramontana,
Se me erizan todos los pelos
Al ver tu cara amada.
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