Con muchos golpes de gran fe y fuerza soberana,
Nunca miró por encima del hombro al vecino,
Y se sintió con una fuerza grande y muy ufana,
Anduvo con el aliento sobrado y muy fino,
Y muy resplandeciente con su conciencia humana.
Amores tan reales como los de los Reyes,
De acuerdo con los cánones y a todas las leyes.
4 He soñado más de mil veces con que allanares
El empinado camino quitando las cuestas,
Aquellos amores que en mi alma tú levantares,
Ganando por su bello nombre miles de apuestas,
He soñado que copábamos altos altares
Pero no soñaba con todas esas respuestas.
Yo tenía puesta en ti mi fe y sabes de sobras
que sigo al pie del cañón esperando tus obras.
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