A despedirme de ti tan solo he venido,
No me quiero ganar más lustrosos trofeos,
Tampoco quiero acabar como los tristes reos,
Reconozco que contigo siempre he perdido.
Igual llevas toda la razón y es mi merecido,
¿Acaso piensas que mis sentimientos eran feos?
Han acabado mal todos y cada uno de mis deseos,
Me voy antes de caer totalmente enloquecido.
No yo soy un santo ni tú eres tan pura,
Pero bien cierto es que te has coronado
Y me has dejado tirado dentro de mi locura.
No sé si lo tenías todo fríamente calculado,
Pero no te cuesta nada hacer el papel de dura,
Tu victoria es para mí mi único pecado.
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