Maldigo mil veces la llegada del estío,
Porque hace desaparecer tus bellos colores,
Se me quedan en blanco y negro las flores,
Y la pasión desatada se la lleva el río.
Es la época del año que sufro más desvarío,
Porque asaltan en mil pedazos mis amores,
Mi alma llora desconsolada entre clamores,
Quedándose varado sin remedio mi navío.
En un banco de morralla y sucia arena,
Se me llena el alma de ira y frondosa furia,
Porque no se me hace realidad lo que contemplo.
Mi paz sosegada solo llega con tu mirada serena,
Eres la única que puede acabar con mi penuria,
Mi corazón se esfuerza en seguir tu ejemplo.
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