Reconozco que a veces el amor me ciega,
E incluso que he sentido furibunda ira,
Pensando ¿por qué será que no me mira?,
¿Por qué será que tanto me reniega?
¿Por qué será que este campo no lo riega?
¿Será que es otra alma por la que suspira?
¿Será que otro hidalgo los tejos le tira?
¿O más bien será que ella conmigo juega?
Así son mis pensamientos las más de las veces
Si poder hacer galantería de mi amor ni gala,
Suspirando desde las entrañas de Andalucía.
Este desaguisado no lo arreglan cien jueces,
Ni el Tribunal Supremo y toda su Sala,
¡No será porque me haya faltado valentía!
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