Ya no sé si es desenfreno u osadía,
mis brazos quieren ser el puente,
a pesar de todo lo que diga la gente,
a veces mi alma como que ya no se fía.
Por mucho que quieras ya no se desvía,
sabe que tú también eres consciente,
tu boca no, pero tu corazón consiente,
todo aquello en lo que yo te insistía.
Me pintas el futuro oscuro y farragoso,
tienes la paciencia del que no se precipita,
te mueves muy bien en esta historia.
Yo me imagino el porvenir alegre y gozoso,
en mi interior algo fuerte me lo grita,
cada segundo estamos más cerca de la victoria.
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