Has dejado a mi barco totalmente varado,
hace tiempo que me faltan las agallas,
fallan las fuerzas del amor desembarcado,
en la madre de la madre de las batallas.
Todo esto no se estudiaba en la escuela,
penitente eterno es mi sacramento,
permíteme dedicarte mi última esquela,
la que ha de ser como mi testamento.
El amor en mis venas es transitivo,
saltimbanqui audaz de las alambradas,
así que no lo mandes directo a galeras.
No me voy a arrepentir de lo que escribo,
para amarte no necesito de coartadas,
me basta con recordarte por las escaleras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario