Dios quiera que este amor te queme
Tanto como a mí me ha quemado,
Hasta ahora he sido muy obstinado,
Y no sé a qué es a lo que tu alma teme.
Has conseguido que maldiga y blasfeme,
¿Sabes que lo podrías haber evitado?
De todas formas yo ya te lo he perdonado,
Tampoco es que el desamor se me extreme.
Te dije que llegaría el bendito día
Ese que tengo metido entre mis cejas,
En que reinaría por una vez la osadía.
¿Ahora dices que te zumban las orejas?
Me trataste como a una pura mercancía,
era música celestial el zumbido de tus abejas.
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