Te dejo mi testamento,
te lo escribo decidido,
no lo hago por ofendido,
no necesitas esgrima,
mi alma nunca andó tu cima,
es algo digno de estudio,
paso ya sin más preludio
a contarte con mi rima.
Soñaba un buen futuro,
sabiendo que no era fácil,
más tu figura tan grácil,
iluminaba lo oscuro.
el porvenir es esquivo,
más que claro te lo escribo,
está difícil y duro,
malviviendo es como vivo.
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