NOS ATACA SIN PIEDAD
Nos ataca sin piedad una lengua viperina,
Incapaz de sentir como nuestros sentimientos,
Se han de conformar con las sobras de la vecina,
En sus casas no pasan de ser simples sargentos.
Tienes cara de cara porcelana, muñeca,
A tu paso despiertas con fiereza huracanes,
Pero tu corazón está atado a una hipoteca,
Y eso no lo desatan ni veinte Supermanes.
Tus tejados están habitados por viejos gatos,
Que vienen de vuelta de mil amores baratos,
Campeones en besos preñados de sequía.
En los cincuenta el amor ya no calienta,
Solo pone en la vida una pizca de pimienta,
Regada con triste ironía y larga letanía.
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