Mi estado ahora es algo más animoso,
quedan las cenizas de lo que estaba ardiendo,
por momentos el fuego se iba embraveciendo,
amor con fuerte ardor guerrero y furioso.
Sin embargo hubo un punto de presuroso,
se pudo ir más despacio y pudiendo,
lo dejamos ir directo y fue muriendo,
y hasta lo acompañamos a ser quejicoso.
La vida a veces da una vuelta cansada,
apretando fuertemente y sobremanera,
aunque no se alzaron nunca nuestras voces.
Te da la oportunidad de estar enamorada,
deja la libertad al amor para que muera,
y sin previo aviso te da un par de coces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario