Voy a contarte, como no te han contado antes,
Porque tuvo lugar mi último largo viaje,
Y por qué he tardado tanto tiempo en volver,
No me faltó el consejo de algún buen amigo,
Que fue, en primera fila, un buen testigo,
De las veces que con tus amigas te reías,
Diciendo a boca llena que pronto me olvidarías,
Y que en cuanto me diese la media vuelta
Me cerrarías definitivamente la puerta,
Y no habría nunca marcha atrás.
Así que no pierdas el tiempo buscando culpables,
Engañando a todos poniendo tu cara amable,
La única gran culpable de tu soledad,
De tu falta de amor, cariño y felicidad
Eres y has sido tan solo tú en tu vida.
Nunca he deseado a nadie nada malo,
Pero me harté de recibir palo tras palo,
Y hoy mi vida, está llena de vida.
¡Soy feliz!
Hoy te mueves en nuevos ambientes,
Te codeas con nuevas amistades, nuevas gentes,
Pero en el fondo de tu alma sabes,
Que ya no eres la dueña de las llaves,
Del único corazón que siempre te ha importado,
Que por empeño que pongas no me has olvidado,
Y que acabes allá por donde acabes,
Soy el único en tu vida al que amas y has amado.
Hoy sabes que no hay más historia,
Que no vas a lograr nunca esa victoria,
Que has de mirarme solo de costado,
Que aunque estoy cerca, estoy alejado,
De mi alma y mi vida soy el único dueño,
que no eres la que ocupa cada uno de mis sueños,
y que por fin estoy muy enamorado.
¡Y no eres tú!
No eres la dueña de mi corazón, me dejaste,
Lo tuviste todo en tus manos, me despreciaste,
Y ahora, ¡ya ves!, tengo mi propio día,
La luz que me ilumina y me da compañía,
Estoy cumpliendo mi viejo sueño de ser feliz,
He logrado cerrar del todo la cicatriz,
Abandoné hace mucho tiempo la soledad,
Mis horas brillan con luminosa intensidad.
¡Mi tranquilidad!
Nunca antes había querido tanto a otra persona,
Nunca antes me había embaucado una ladrona,
Tengo a la mejor confidente de mis secretos,
Grito al mundo que mis días son completos,
Elegiste mal y te has perdido muchos momentos,
Ahora yo tengo todos los argumentos,
Tengo una vida plena y feliz y llena,
Y me da en la nariz que tú te mueres de pena.
¡Recoges la cosecha!
De todo lo que sembraste hasta la fecha.
