He gastado varios pares de zapatos,
mi alma se ha apretado el cinturón,
tengo muy desgastados tus retratos,
intentaré comerme contigo el turrón.
No quiero que andes sola por los tejados,
te dejaré de herencia alguna canción,
así podrás abrir bien los candados,
que aíslan dejando solo a tu corazón.
Te echo tanto y tanto de menos cada día,
que pensando en lo que ayer yo sufría,
hoy me parece algo demasiado flojito.
Por tu amor sabes que incluso mataría,
Me consume por los adentros esta agonía,
Así es mi declaración y mi único delito.
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