Ya lo ves, todo vuelve a suceder,
Y después, de sequía más de un mes,
Pero ha merecido la pena volver
A sentir esos besos otra vez.
Tranquila, deja que la vida siga,
Y no te encierres en un “no puede ser”,
Al final siempre es lo que es,
Y es lo que tu alma a solas te diga.
Negar la evidencia no sirve de nada,
Date cuenta de una vez, pues al parecer,
Vives una vida engañada y después
La felicidad siempre es la soñada
Y nunca, nunca, sucede al revés.
Busca los besos perdidos donde están seguros,
No tardes pues el olvido los puede hacer suyos,
Da las gracias por lo vivido, sin el menor apuro,
Y de paso haz feliz a este corazón que es tan tuyo.
Y si, por supuesto que es, y además precioso,
Aunque rara vez es largo y frondoso,
Pero ¡qué le vamos a hacer!,
nadie dijo que fuese fácil,
lo duro es tener que ver cada atardecer
consumiéndose con aspecto doloroso y frágil.
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