ALEJANDRINOS
Saltas por la borda de ésta cáscara de nuez,
Abandonas el barco o te vas al abordaje,
Compuesta con lo justo, ligera de equipaje
Sin estridencias, eres parte y a la vez la juez.
Miras un horizonte que parece incendiado,
Esperas recoger las volátiles cenizas,
y no se cierra la herida, no la cicatrizas,
Tu corazón se siente triste y vilipendiado.
Como por arte de magia, desde el palo mayor,
percibes olor a tierra firme, a romero,
el viento te trae el trino alegre de un jilguero,
tu sonrisa apaga el color y el calor del sol.
Un pensamiento fugaz, más de un segundo eterno,
Tu ilusión, lo que nunca ha ocurrido de momento,
Un sueño, suspiro muy hondo, magia, sentimiento,
Tu corazón hierve de calor en pleno invierno.
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