Mi alma espera tu voz, tu sonido,
para poder lanzarse a la guerra,
sólo mirarte me deja sin sentido,
abrazarte es lo mejor de la Tierra.
Por tenerte siempre ausente
he tenido que beber en la fuente,
del deseo desesperado.
Ya no le tendemos un puente,
a ese beso otrora urgente
que no yace para nada olvidado.
Si mi corazón fuera pudiente
con tanto amor entre los dientes,
seguro que te raptaría.
Amor del bueno, a contracorriente,
pasando de lo que diga la gente,
te juro amor eterno, alma mía.
Ya intuyes el próximo paso, el siguiente,
tu alma asciende a teniente,
la mía se queda en soldado raso.
Desde hoy me declaro insurgente,
me sobra valor, pero no soy valiente,
mi alma solo a ti te hará caso.
No quiero seguir convaleciente,
enturbiando el mal ambiente,
con mi eterna letanía.
Unos buenos malos tragos de aguardiente,
Porque sigues fijada a fuego en mi mente,
Tú eres mi mañana algo tardía.
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