Ella sigue sabiendo para quien no es este poemilla.
ENDECASÍLABO
ENDECASÍLABO
Con su gracejo tan de niña buena,
y su mirada dulce y picarona,
su voz tan bella, pausada y serena,
siempre va de cara, nunca traiciona.
Más parece que nunca ha roto un plato,
seguramente si, más de un corazón,
un rato con ella es de lo más grato,
con su sonrisa le resta brillo al sol.
Mujer diez de los pies a la cabeza,
nunca tiene ni prisa ni pereza,
para hacer, entre amigos, un cortado.
Sin duda íntegra por naturaleza
te mira de frente con entereza,
y consigue dejarte desarmado.
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