540 SOY JOVEN Y APRENDIZ

Otra composición que nace a la sombra de una melodía de Joaquin Sabina, en éste caso "El joven aprendiz".

Soy joven y aprendiz del amor por mí mismo,

y te persigo en sueños, con puro activismo,

sueño con poder estar a ratos contigo,
pero es harto difícil, voy a ver si lo consigo.
 
Cada vez que te veo, te escapas por las esquinas,
así no hay un Dios, que hablar contigo consiga,
no me queda otra, me armaré de paciencia,
solo contigo encuentro la luz en mi existencia.

¿Por qué vienes ahora, en vez de antaño, en la aurora?

Perdimos un tiempo precioso, volver será laborioso.
No te quedes en la puerta, que ya puedes entrar,
tengo la mesa puesta, volvamos a empezar.

Y ahora te digo, ven,
no se te ocurra coger ese tren,

que no está escrita
la historia bendita,
de la que somos parte y también juez.
 
El torpe mojigato que tras de ti maullaba,
se ha convertido en gato, loco por la techada,
ahora debe volverse con el rabo entre las piernas,
se ha quedado sin pilas, se ha apagado su linterna.

Saltando las vallas que hay de tu alma a la mía,

no me coge ni tu padre, nadie, ni la policía,
me acuso de ladrón, por robarte el corazón,
pero espero de ti perdón y salvación.

¿Por qué quieres largarte sin decir ni un adiós?

Aún, no es demasiado tarde para arreglar este amor.
Tú pon dosis de alegría, yo las pondré de buen humor,
verás que todo se arregla, acabaremos juntos los dos.

Ya no te digo, ven,

pues es mejor: ¡quédate!,
el disparate
de nuestro combate
ha terminado, y triunfó el amor.