Mi garganta está ahogada en amargo llanto
Desde que tengo claro que tu no vendrías,Sufro en mi piel el cruel y frío desencanto,
De no poder disfrutar de tu compañía.
Las mil y una noches que hubiésemos vivido,
por cantar a las mañanitas del Rey David,Bien sabes de sobras que siempre te he querido,
Dilucidemos ahora: ¿me quieres tu a mi?.
Dejamos pasar las mejores ocasiones,
Sin permitirnos dudar ni de nuestras dudas,Bebiendo sorbo a sorbo las indecisiones,.
Ahora que las horas sin ti son tan duras,
y son claras y nítidas tus intenciones,no necesito mas de tus palabras crudas.
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