No quiero que pases delante de mi,
pero tampoco quiero que te enfades,
por favor, no me pongas cara de niño
bueno, no desates esas tempestades.
No me regales más libros,
no quiero pensar en ti,
voy a ver si soy capaz y me pido
tenerte lo mas alejado de mi nariz.
No me mires así, porque me derrito,
estoy en pleno quiero y no puedo,
ya lo tengo todo hablado y descrito,
intentando mantener los pies en el suelo.
No me regales flores, déjame con mis penas,
con ésta amarga y cercana lejanía,
la sangre se hiela en mis venas,
mi vida se ha convertido en pura agonía.
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